Era un viernes por la noche y después de una semana muy
larga y muy complicada en el trabajo se dejó convencer por sus amigas para
salir a cenar a su restaurante de rámen favorito, después una copa, unas buenas
risas y a casa pensó Sira, pero la vida o el destino tenían pensado otras cosas
para ella esa noche...
La cena fue genial, no tenía una “noche de chicas” desde hacía
meses, lo necesitaba realmente, después de la cena una de sus amigas dijo que conocía
un sitio guay de copas donde ponían muy buena música y no esa mierda que pinchaban
en la mayoría de los garitos... así que después de unos muy merecidos “mochis” pagaron y cogieron un taxi.
Llegaron al sitio, y al entrar casi no se veía nada, todo estaba
deliberadamente oscuro, pero allí en la barra lo vio... Un tío alto, fuerte con
los ojos muy penetrantes que se la quedó mirando fijamente... ella se sintió un poco extraña pero no sabía
por qué. La camarera les encontró una mesa cerca de la pista de baile y les trajo
una botella de cava, la noche iba ser tranquila pero parecía que las achicas tenían
otros planes.
Después de otra botella, levantó la mirada y dándose cuenta
que el hombre de la barra la seguía mirando, decidió no darle importancia y
seguir divirtiéndose con sus amigas, pero su subconsciente la hacía levantar la
mirada y comprobar si seguía mirándola y cada vez que lo hacía se encontraba
con su mirada profunda...
Se sentía atraída por él, había algo que la cautivaba, tanto
que al final cogió dos copas de cava, las medio llenó y se acercó a la barra,
le ofreció una y brindó con el...
Erik la mira y está un poco sorprendido y a la vez orgulloso
de sí mismo (Jajajaja)
Le encantaba ver cómo los humanos y sobre todo las humanas
se sentían tan atraídas y cómo sentían la necesidad de acercarse a él sin
siquiera saber porque, pero con ella sintió que era algo diferente, también se
sintió atraído por ella, por alguna razón que desconocía al menos por el
momento.
Estuvieron hablando el resto de la noche, y ella se olvidó
de sus amigas, de su semana complicada en el trabajo, de todo... lo único que
le interesaba en esos momentos era él, un completo desconocido que la había
conquistado con una sola mirada.
Sus amigas se acercaron para llevarla a casa, pero ella
insistió en que se quedaría un rato más hablando con Erik y que después cogería
un taxi y se irá a casa.
Son las 5 de la madrugada, la noche sigue oscura, no es
habitual en esta época del año, ella está deambulando por la calle y no sabe ni
dónde está ni como ha llegado hasta allí, siente dolor en la garganta y tiene
mucha sed y mucha hambre, se siente mareada y no recuerda nada desde el momento
que salió del local con Erik, a partir de ese momento todo esta oscuro en su
memoria.
Busca desesperadamente su teléfono para llamar a alguien que
la venga a buscar o para llamar un taxi o algo, o para que simplemente pueda
ver dónde está... alguien pasa por su lado de manera tan rápida que casi no lo
ve, pero siente como una brisa fría, helada y se asusta... sigue caminando
rápido mirando a todas partes y de repente se topa con él… con Erik, con su
mirada profunda… no sabe si sentir alivio por ver una cara conocida o un miedo
tremendo...
Esta confusa, llorando y le pregunta entre sollozos...
-
¿Qué me pasa? Que me has hecho?
-
Erik se le acerca, coge su cara entre sus mano y
le dice...
-
Amor, solo te he dado la oportunidad de que seas
TODO lo que desees... depende de ti si la quieres aprovechar...
-
Y riéndose, la besa, abriéndole la puerta de su coche.
-
Se despierta y se da cuenta de que está en una
habitación grande con las cortinas cerradas, tumbada en una cama grande y muy
cómoda, Erik está sentado en un sillón justo al lado del lecho...
-
Buenos días Amor,
-
Que tal has descansado?
-
Imagino que tendrás muchas preguntas... así que
mientras desayunas tendrás tiempo de preguntar lo que quieras y yo te
responderé. Después tendrás que decidir si seguimos adelante o no.
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